Desde Colonia, no es muy complicado: solo tenemos que cambiar de tren una vez en Berlín. A las 9:45 subimos al ICE 857 con destino a Berlín, que llega puntualmente a la Ostbahnhof a las 14:27. Desde allí, solo hay que cambiar de andén: a las 15:02 sale el EC 231, que llega a Gdańsk Główny a las 20:24. La estación principal de Gdańsk es una de las más bonitas de Polonia y está situada justo al lado del pintoresco casco antiguo. Desde aquí, podemos llegar fácilmente a pie a la famosa calle Długa (Ulica Długa), cuyas fachadas renacentistas reconstruidas recuerdan el esplendor de la antigua ciudad hanseática.
La moderna Gdańsk destaca por su fiable red de tranvías y su variada oferta museística. Cabe destacar el Centro Europeo de Solidaridad, que también visitamos en el marco de la reunión del proyecto, y el Museo de la Segunda Guerra Mundial.
Por cierto, desde nuestro último viaje en tren por la cercana región del Báltico, han cambiado muchas cosas allí: desde enero de 2025, es posible viajar de Vilna a Tallin en un solo día; antes, todavía necesitábamos pasar la noche en Riga.